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Con la depilación láser en el cuello conseguimos eliminar de forma duradera el vello de toda la zona de manera no invasiva, en muy pocas sesiones y con excelentes resultados.
* Esta zona abarca desde la el pliegue del cuello hasta la clavícula.
Antes de comenzar con el tratamiento se realiza una consulta previa con una de las especialistas dónde se llevará a cabo una entrevista para detectar posibles contraindicaciones, incompatibilidades o patologías que imposibiliten la realización del tratamiento.
Tras comprobar que todo está correcto, se realizará también un test de idoneidad en una zona pequeña para determinar la sensibilidad de la piel y ver las posibles reacciones adversas que puedan aparecer, con el objetivo de adaptar la potencia a las condiciones particulares del cliente y conseguir la mayor efectividad evitando cualquier reacción cutánea.
Realizaremos la sesión seleccionando el modo de trabajo más adecuado con el fin de ofrecer la mayor confortabilidad al cliente y los mejores resultados. Esto es posible gracias al exclusivo modo MOTION, el cual trabaja por calentamiento, además de contar con una punta refrigerada a -8º, lo que nos lleva a que el tratamiento sea extremadamente cómodo.
• Advertir antes de cada sesión si se ha tomado algún medicamento o ha empezado algún tratamiento.
• Hidratar la piel en profundidad dos o tres días antes de la sesión.
• Evitar la exposición solar intensa en los 3 días anteriores a la sesión.
• Evitar el uso de otras técnicas depilatorias como pinzas o cera al menos 20 días antes de la sesión. Rasurar la zona con cuchilla 24 o 48 horas antes de la sesión. Es de vital importancia no dejar ningún vello.
• Evitar el uso de productos autobronceadores o activadores de la melanina o decoloración del vello, 15 días antes de la sesión.
• Acudir a la sesión con la piel limpia, sin el uso de cremas ni desodorantes.
• No realizar cualquier tipo de exfoliación o peelings una semana antes de recibir el tratamiento.
PREGUNTAS FRECUENTES
No, la comunidad científica internacional identifica valora al láser diodo como el mejor láser para depilar por obtener resultados permanentes en pocas sesiones y menor riesgo de efectos secundarios para la piel.
Igualmente hay diferentes tipos con diferentes potencias, por lo que la elección de uno o de otro es decisiva a la hora de obtener resultados satisfactorios. Para que un láser sea eficaz debe tener alta potencia, si se aplica menor energía sólo conseguiremos debilitar el vello temporalmente, pero no eliminarlo.
Además, para poder depilar pieles bronceadas durante todo del año sin riesgo a efectos secundarios, ha de contar con el modo de trabajo MOTION y un sistema de enfriamiento potente que proteja la piel.
El vello contiene melanina, que le da color. El láser emite una luz pura que es absorbida por la melanina y que se transforma en calor, esta energía se transmite hasta las células responsables del crecimiento del vello, que son destruidas impidiendo que vuelvan a reproducirse.
Se consigue una depilación permanente en poco tiempo y mejora la calidad de la piel. Además, ayuda a eliminar el vello enquistado y mejora problemas como la foliculitis, forunculosis, hipertircosis e hidrosadenitis.
La depilación con láser requiere varias sesiones debido a que solo se puede tratar el pelo que está en la fase activa (anágena), es decir, cuando las células responsables del crecimiento se encuentran unidas al vello. Pueden existir factores hormonales que hagan aparecer nuevo vello dónde antes no existía.
Es un tratamiento rápido. La duración depende de la extensión de la zona a tratar, (desde 5 minutos el labio superior, 8 minutos unas axilas o ingles, hasta 35 minutos piernas completas).
La duración del tratamiento está marcada en función al tipo de vello, zona a tratar y de las necesidades específicas de cada cliente. Teniendo en cuenta que sólo el 20% y el 30% (sólo 2 de cada 10 folículos son tratables en cada sesión) del vello es tratable en cada sesión, necesitaremos un mínimo de 4-5 sesiones para tratarlo.
INITIA cuenta con un novedoso sistema de trabajo MOTION y una punta refrigerada a -8°C que hacen prácticamente indoloro el tratamiento, con este sistema vamos aplicando la energía de forma progresiva por lo que sólo sentiremos una leve sensación de calor. A diferencia de otros tratamientos no requiere de crema anestésica.
Se recomienda acudir a las sesiones cada mes y medio en el caso del vello facial y cada dos o tres meses en vello corporal. Este es el tiempo medio que tardan los folículos en pasar de inactivos a activos. El objetivo es destruir la mayor cantidad de pelo posible, en el menor número de sesiones.
No dañaremos la piel, pero probablemente necesitaremos más sesiones para obtener el mismo resultado, ya que todo el vello no habrá pasado de fase inactiva a fase activa.
Pueden tratarse prácticamente todas las zonas del cuerpo a excepción de mucosas, parte inferior de la ceja por su proximidad al ojo y sobre tatuajes.
Son muy pocas las contraindicaciones y para ello el profesional realiza una historia clínica, las más habituales son: Medicación fotosensibilizante, embarazo y lactancia.
Antes del tratamiento y mientras dure se debe evitar eliminar el vello mediante métodos de arranque. Se debe evitar tomar el sol, utilizar autobronceadores y decolorar el vello los días antes al tratamiento. Es recomendable acudir a la sesión con la zona a tratar rasurada y con la piel limpia, sin maquillajes ni desodorantes.
Después de la sesión se puede observar un leve enrojecimiento cutáneo, eritema o edema perifolicular en la zona tratada, cuya duración máxima es de 72 horas, por lo que es recomendable aplicar una crema calmante con protección solar. Después del tratar la zona evitar exponer la zona directamente al sol o hacerlo con protección solar en la zona depilada. Cuando hayan transcurrido varios días, el vello tratado volverá a crecer y se irá desprendiendo paulatinamente.
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