No, la comunidad científica internacional valora al láser diodo como el mejor láser para depilar por obtener resultados permanentes en pocas sesiones y menor riesgo de efectos secundarios para la piel.

Igualmente hay diferentes tipos con diferentes potencias, por lo que la elección de uno o de otro es decisiva a la hora de obtener resultados satisfactorios. Para que un láser sea eficaz debe tener alta potencia, si se aplica menor energía sólo conseguiremos debilitar el vello temporalmente, pero no eliminarlo.

Además, para poder depilar pieles bronceadas durante todo del año sin riesgo a efectos secundarios, ha de contar con el modo de trabajo MOTION y un sistema de enfriamiento potente que proteja la piel.

El vello contiene melanina, que le da color. El láser emite una luz pura que es absorbida por la melanina y que se transforma en calor. Esta energía se transmite hasta las células responsables del crecimiento del vello, que son destruidas impidiendo que vuelvan a reproducirse.

Se consigue una depilación permanente en poco tiempo y mejora la calidad de la piel. Además, ayuda a eliminar el vello enquistado y mejora problemas como la foliculitis, forunculosis, hipertircosis e hidrosadenitis.

Requiere varias sesiones debido a que solo se puede tratar el pelo que está en la fase activa (anágena), es decir, cuando las células responsables del crecimiento se encuentran unidas al vello. Pueden existir factores hormonales que hagan aparecer nuevo vello donde antes no existía.

Es un tratamiento rápido. La duración depende de la extensión de la zona a tratar, (desde 5 minutos el labio superior, 8 minutos unas axilas o ingles, hasta 35 minutos piernas completas)

Se recomienda acudir a las sesiones cada mes y medio en el caso del vello facial, y cada dos o tres meses en el caso del vello corporal. Este es el tiempo medio que tardan los folículos en pasar de inactivos a activos. El objetivo es destruir la mayor cantidad de pelo posible, en el menor número de sesiones.

No dañaremos la piel, pero probablemente necesitaremos más sesiones para obtener el mismo resultado, ya que todo el vello no habrá pasado de fase inactiva a fase activa.

La duración del tratamiento está marcada en función del tipo de vello, zona a tratar y de las necesidades específicas de cada paciente. Teniendo en cuenta que sólo el 20% y el 30% del vello es tratable en cada sesión (sólo 2 de cada 10 folículos son tratables en cada sesión), necesitaremos un mínimo de 4-5 sesiones para tratarlo.

INITIA cuenta con un novedoso sistema de trabajo MOTION y una punta refrigerada a -8°C que hacen prácticamente indoloro el tratamiento. Con este sistema vamos aplicando la energía de forma progresiva, por lo que sólo sentiremos una leve sensación de calor. A diferencia de otros tratamientos no requiere de crema anestésica.

Pueden tratarse prácticamente todas las zonas del cuerpo a excepción de mucosas, parte inferior de la ceja por su proximidad al ojo y sobre tatuajes.

Son muy pocas las contraindicaciones y, para ello, nuestro equipo de profesionales realiza una historia clínica. Las más habituales son: medicación fotosensibilizante, embarazo y lactancia.

Antes y durante el tratamiento, se debe evitar eliminar el vello mediante métodos de arranque. Se debe evitar tomar el sol, utilizar autobronceadores y decolorar el vello los días antes al tratamiento. Es recomendable acudir a la sesión con la zona a tratar rasurada y con la piel limpia, sin maquillajes ni desodorantes.

Después de la sesión, se puede observar un leve enrojecimiento cutáneo, eritema o edema perifolicular en la zona tratada, cuya duración máxima es de 72 horas, por lo que es recomendable aplicar una crema calmante con protección solar. Después de tratar la zona, es importante evitar exponerla directamente al sol o hacerlo con protección solar. Cuando hayan transcurrido varios días, el vello tratado volverá a crecer y se irá desprendiendo paulatinamente.