El acné aparece principalmente durante la adolescencia y con los cambios hormonales producidos en el embarazo. Para evitar su aparición es fundamental seguir una serie de cuidados para la piel que ayuden a mantenerla en perfecto estado, previniendo la formación de granos, espinillas, puntos negros y otros elementos característicos del acné.
La buena limpieza del rostro es fundamental, siendo importante llevarla a cabo con un jabón adecuado para cada tipo de piel. Asimismo, hay que evitar el uso de productos cosméticos de baja calidad, que pueden resultar perjudiciales para la piel del rostro, propiciando la aparición del acné.
Llevar una buena alimentación y beber mucha agua también es clave para prevenir el acné, pero sin duda uno de los puntos más importantes es no tocarse los granos, ya que de lo contrario aumentaremos la producción de sebo y la ruptura de las membranas bajo la piel, aumentando la formación de acné.